El nitrógeno es el mas problemático  de los nutrientes y al que responde el cultivo de forma fulminante.

Por lo tanto, a parte del coste del abono nitrogenado, gestionarlo es de vital importancia,  dado que un mal manejo del mismo puede comprometer el  rendimiento de la cosecha y lo que es peor,  diezmar a las raíces. Por otra parte la captura de nitrógeno atmosférico debe ser  parte integral de un cultivo destinado a producir energía.

Existen 3 vías para romper el fuerte enlace tripe de la molécula de nitrógeno, a saber:

1  bacterias simbióticas con las raíces.

Esta bien documentado que tanto el maíz, como la caña de azúcar, como muchas otras plantas C4, al igual que las leguminosas, fijan nitrógeno en las raíces, con ayuda de bacterias.

En las plantas C4, aunque no forman una asociación microbio-planta, las bacterias fijan el nitrógeno a partir del exudado radical. Lo que es llamado rizocenocis asociativa. Y al igual que en las las leguminosas, la eficacia es inversamente proporcional al contenido de nitrógeno en el suelo. Este fenómeno no es por si mismo suficiente para mantener una producción aceptable. 

 No hemos visto publicados trabajos al respecto de la maralfalfa,  puesto que es un tema muy específico para un cultivo que por lo pronto es minoritario.  Nuestra apuesta es que la maralfalfa es una gran fijadora de nitrógeno, al nivel, o mas, que las leguminosas. Si no fuese así, los rendimientos que se obtienen en época de lluvias serán imposibles.

2- Ciano bacterias .

En todos los suelos que tengan la suficiente humedad están presentes  las algas verde azules o cianobacterias, que se desarrollan en la superficie de la hierba muerta, de la propia planta  o en el mismo suelo, y su efecto, es por una parte, realizar la fotosíntesis  y por otro aportar nitrógeno atmosférico. Con el manejo agronómico de nuestro cultivo en la maralfalfa intentamos favorecer el proceso y que los resultados del mismo se incorporen a nuestro cultivo.  Gracias a la ciano bacterias las dos semanas en las que el cultivo de la maralfalfa no cubre el suelo, podemos capturar buena parte de la  radiación solar. 

3- Bacterias libres del suelo.

Aunque en principio son cien veces menos eficientes que las bacterias asociadas a rizomas de las leguminosas, si aumentamos su abundancia relativa con otras  bacterias del suelo su baja eficiencia puede ser compensada por su formidable cantidad.  

Para que las bacterias, sean las que sean, puedan fijar nitrógeno, se requiere que el nitrógeno en el medio sea bajo. El alto coste energético de romper la molecula N2 actua como fuerte selección. Si hay nitrógeno disponible la bacteria no lo captura. Esto nos lleva a que el manejo del nitrógeno es muy delicado.

Y tres vías para capturar moléculas de nitrógeno orgánico o mineralizado

1- Agua de riego.

Podemos tomarla a distintas profundidades. A mas profundidad, menos nutrientes, menos acidez y menos sales.

2- Del agua de lluvia.

Podemos evitar la escorrentía, con tablas bien niveladas.

3- Del polvo atmosférico.

Podemos capturarlo regando con aspersores los días que nos venga aire cargado de polvo del desierto.

Aunque  podemos incidir en todos los factores mencionados anteriormente, esta fuera de nuestro alcance medir la influencia de las medidas que tomamos.

Para equilibrar el nitrógeno, en agricultura ecológica la mejor opción son los purines, que nos lo entregan de forma inmediata y son fáciles de aplicar con el riego.

 Y en agricultura integrada tenemos muchas razones para pensar que la urea es la fuente mas eficiente de nitrógeno.  Además de ser económica, al ser altamente soluble ofrece una rápida incorporación  al  suelo a través del agua de riego. Y puede aplicarse  como fertilización foliar, a la que la maralfalfa responde de forma fulminante.

Las desventajas del uso de purines y urea es que pueden volatilizarse fácilmente, lo que se pueden gestionar con buen manejo del riego.  En  algunos cultivos hay  pérdidas de nitrógeno en forma de gas amoníaco, proveniente de su  descomposición al  ser aplicada.  Pero al incorporala  en el riego, casi la totalidad de la misma penetra en la tierra a la vez que el agua. Tampoco podemos sufrir  daño por aplicación localizada al estar suficientemente disuelta. 

Otro efecto de usar purines, en agricultura ecológica, o de urea, en el caso de agricultura integrada, es la acidificación del suelo, que puede ser  un inconveniente o una ventaja, dependiendo del PH de partida.  En la  práctica, esta acidificación representa,  por una parte, una liberación  de bases del suelo   o sea,  un empobrecimiento aparente del suelo, porque al ser desplazadas a la  solución, las  bases pueden ser absorbidas por las  plantas, fertilizandolas,  o arrastradas con el  agua en profundidad (lixiviadas).  Pero, además, la  acidificacíón causa un aumento en la  disponibilidad de aluminio y manganeso, los  que pueden tener efectos tóxicos en las planta. 

Por lo tanto, el  uso continuado de purines, nos lleva a mantener el PH cercano a 6. Son las bacterias las que bajan el PH. El PH bajo puede ser debido a ser un terreno  con mucho silicio, lo que no es bueno, o que hay mucha vida y mecha materia orgánica que ha fermentado, lo que si es bueno.  Si estercolamos, el PH subirá y  la plantación se resentirá transitoriamente, hasta que humidifique y mineralice. Podemos bajar el PH con urea, aunque muy poca,  porque de hecho la tierra recién  estercolada  tiene nitrógeno suficiente.

Hay que señalar que si bien el estiércol a corto plazo aporta sal y desestabiliza el PH en el momento de aplicarlo, a largo plazo cuanta mas materia orgánica tenga el suelo menos problema supondrán las sales y el PH,  porque aumenta el efecto bufffer de la tierra, es decir,  mantiene los agregados del suelo  y su  resistencia a los cambios de acidez. 

Las raíces de las plantas, la flora bacteriana y toda la vida que sustenta el terreno juegan un papel importante en el PH, reduciéndolo.  Todo ser vivo respira CO2, que junto con la adición de nitrógeno, son las  principales  causas de la acidez en un cultivo intensivo.  De la misma manera, la acidez del humus de un bosque viene dada por las bacterias que están descomponiendo la materia, que al pudrirse emite compuestos ácidos y CO2.

Generalmente cuanto más arcilla y materia orgánica tiene  el  suelo, mejora su física.  Recordemos que el suelo donde  se encuentra  implantado el cultivo tiene un bajo contenido en arcilla, no así en materia orgánica, que siempre hemos de procurar de mantener cerca del 3%.

Por todo lo dicho, el manejo del cultivo puede resumirse en que tenemos que mantener el equilibro entre fuentes nitrogenadas, riego, salinidad  y PH sin que nos falten ninguno de los demás nutrientes.

En agricultura integrada hemos recomendado la urea por razones de coste eficacia. La mejor alternativa desde el punto de vista técnico es el nitrato potásico. No obstante, su alto precio  hace problemático su uso continuado  desde el punto de vista económico.  Sólo en situaciones críticas en las que el cultivo este muy deteriorado merece la pena añadirlo.

 En agricultura ecológica la forma tradicional de añadir potasio es mediante ceniza de una combustión de alta temperatura. 

Podemos calcular de otra forma la relación entre nitrógeno y riego. Con un Kg de nitrógeno podemos producir 62 kg. de materia seca de maralfalfa. Cada kg. de materia seca requiere 300 litros de agua. Luego 1 kg. de nitrogeno debe aplicarse a 300×62= 18.600 litros.  Eso sería si todo el nitrógeno se añade con los purines del agua.

No añadimos la totalidad del nitrógeno con los purines del riego, ya que una parte va incluida en el estiércol  o con su equivalente alternativo.  El color, la textura de la caña y la velocidad de crecimiento no dará una idea de las necesidades del cultivo. En general, como después del corte se abona fuertemente con un abono completo,  se riega dos veces sin añadir nada.  Cuando la planta comienza el periodo de fuerte crecimiento,  con cada riego añadimos  nitrógeno, en principio con purines, a razón de 15 kg equivalentes de nitrógeno por cada riego de una hectárea.   En el riego anterior al corte es preferible no añadir purines, para disminuir el nitrógeno no proteico.

Por otra parte, el nitrógeno de los purines, o de la urea en su caso,  suele producir  daños en condiciones de poca humedad y altas temperaturas, al disociarse en NH3 antes de ser incorporado al coloide del suelo. Esta es otra de las razones por las que resulta muy recomendable incorporarla en el  agua de riego, tal como se hace en el cultivo de arroz. De esta forma se minimizan las perdidas por evaporación del amoniaco.

Cuando abonamos modificamos el PH.  Y a su vez el  PH  determina la solubilidad de los nutrientes.

El Fe, Zn, Cu, Mn, Al y B, están mas disponibles si el PH es próximo a 6

El N, K,Mg,Ca,S,Mo y P, están mas disponibles si el PH es próximo a 7.

Como el aluminio es tóxico, lo ideal es mantener el PH próximo a 6,5. Y cuidado, que mantener el PH bajo por medio de bacterias o mejor dicho, con cualquier forma de vida, es como pisar el acelerador. El coche anda mas, pero consume mas combustible, se rompe mas, y el consumo es mas que proporcional a la velocidad.

Un cultivo con mucho sol y calor, crece mas, pero consume mas nutrientes y agua. Si su PH es bajo, crece mas,  pero su consumo de nutrientes también sube y hay que tener un riego de lujo para lavar las sales, evitar quemar o intoxicar por aluminio.  Si es arcilloso, que retiene mas el agua,  difícilmente el PH será bajo, pero si es un terreno  limo- franco-arenoso, el consumo de agua y nutrientes también suben. Además, estamos al nivel del mar,  que como es sabido es donde los cultivos requieren mas agua y nutrientes.

Y el Ph viene a cuento de algo que ya hemos mencionado. La producción es exorbitante, pero el consumo, de todo, también.

Y decíamos cuidado porque hay que insistir que el cultivo no es tolerante a errores, la producción se perjudica después de 15 días regando o abonando de forma equivocada. Se puede recoger una aceptable cosecha y sin darnos cuenta, dejar las raíces en malas condiciones, o por el contrario recoger menos kilos y mejorar las raíces, y no darnos cuenta, o no estar seguros, de donde esta el error. Los efectos de los errores pueden ser inmediatos, o mas o menos diferidos. Pero no debemos de flagelarnos, la maralfalfa es una planta muy agradecida, en cuanto se le cubran sus necesidades,  en un par de meses, o probablemente mucho antes,  volverá a estar a pleno rendimiento.

Hay que distinguir, por una parte esta el PH del suelo, es decir, la proporción de iones H+ en los compuestos que integran los agregados del suelo, y por otra el PH  de la solución.

 Por ejemplo, si regamos y añadimos  urea al agua  y tomamos medidas de inmediato, nos dará un PH ácido, que no representa el PH del suelo.  En cuanto baje la humedad, parte del nitrógeno disuelto habrá sido absorbido por las plantas y otra parte ya estará  mineralizado, por lo que  si tomamos medidas de PH serán mas altas.

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