Análisis económico del cultivo.
Tenemos que señalar que nosotros cultivamos una finca piloto y buscamos el máximo rendimiento para generar conocimiento, que es la herramienta que ponemos en manos de los agricultores para que aumenten la producción reduciendo costes, por lo que nuestros costes no son una referencia.
El agricultor perseguirá la máxima rentabilidad, por lo que buscará producciones relativamente altas al menor coste posible. Por la ley de los rendimientos marginales decrecientes, el máximo no es el óptimo. Producciones medias de 400.000 kg. a año de materia fresca pueden ser las cifras que ofrezcan la mayor rentabilidad.

Para producir un litro de biocombustible necesitamos al menos 5 kg. de materia seca, o lo que es lo mismo 25 kg. de materia fresca. A 4 céntimos de euro, el precio de venta del litro de etanol debe de ser de menos de un euro, que es el coste de la materia prima. Y aquí entra el quid de la cuestión en la tercera generación de biocombustibles. El subproducto del proceso, con alto contenido en proteína, vale tanto o más que la materia prima antes de procesarse, porque ha sufrido un proceso similar al ensilaje y es un excelente alimento para el ganado. Es decir, con muy poco terreno, producimos una gran cantidad de alimento, y además, producimos etanol o biodiesel. Porque además, el proceso permite elegir el tipo de combustible que queremos producir.
Si estimamos que el precio del kg. de materia fresca para producir biocombustible estaría en torno a 4 céntimos de euro para el agricultor, nos daría la cifra de unos 2.500 euros por corte, que es muy aproximada a lo que produce un buen maíz de riego. Naturalmente tenemos que multiplicar por 6 cosechas al año.
En cuanto a los costes, una vez implantada la maralfalfa requiere poco mantenimiento.
Para grandes extensiones mecanizadas, los costes se reducen al riego, la fertilización recolección y el acarreo. El coste del riego pueden variar mucho en función del sistema de riego, la profundidad y la distancia desde la que se bombee, y en su caso, de la mano de obra requerida. Si se riega con energía solar, como es nuestro caso, el coste es mínimo. Para fertilizar una ha. necesitamos 350 kg. de abono químico o bien 5.000 kg. de abono organico. La recolección mecanizada tiene un coste similar a la de cualquier cereal, aunque en un minifundio tiene que realizarse a mano.. En cuanto al acarreo, depende de la distancia entre la finca y la planta, por lo que no es posible de estimar.

No vamos a hacer un cuadro de ingresos y costes, porque pueden variar en función de muchos factores y cualquier estimación puede ser muy arbitraria. En cualquier caso, los costes siempre serán menores que los necesarios para una plantación de maíz de riego, porque ni tenemos que labrar, ni desherbar, ni utilizar ningún tipo de pesticida, siendo el coste del abono y la recolección muy similares.
