Origen y distribución geográfica

Origen y  distribución geográfica.

La maralfalfa es una sub-especie de pennisetum purpureum, vulgarmente llamada Hierba elefante, o pasto Uganda, y es nativa de las altiplanicies africanas. Como la hierba elefante rara vez se reproduce sexualmente, los esquejes con los que se planta son clones genéticos. De dichos clones se han obtenido numerosas líneas, siendo la maralfalfa una de ellas, que por tanto debemos denominar Pennisetum sp.

En los bordes del oasis donde nos encontramos se extienden suaves colinas arenosas, donde abundan los baobabs. Hacia el norte, se encuentran grandes llanuras de sabana abierta, donde predominan las acacias.

Se supone al padre José Bernal la autoría del Clon, o la familia de clones maralfalfa, a través de diversos cruces con otras gramíneas americanas emparentadas. A mi juicio, la hierba elefante, ya de por si casi estéril, debe de ser difícil hibridarla.  Quizás el padre Bernal seleccionó la palatabilidad y el contenido en azucares y en los últimos 50 años los agricultores hemos seguido mejorando nuestros clones. No tengo duda que los  clones que nosotros cultivamos en este momento son  notablemente mejores que el que plantamos en el año 2.013  Porque por supuesto no todas las plantas de una plantación son genéticamente idénticas. Incluso el mas humilde peón, sub conscientemente, tiende a escoger las plantas que considera  mejores para replantar.

La maralfalfa es una gramínea que alcanza entre los 3 y 4 metros de altura y produce  espigas pilosas rara vez fértiles. Es una hierba C4 que guarda cierta similitud con la caña de azúcar,  en cuanto a manejo agronómico. Se cultiva en la mayor parte de los países de la Sudamérica tropical y ecuatorial, principalmente en Colombia.

La maralfalfa ha sido introducida por españoles en África occidental a principios de la década de 2.010 y en la actualidad se encuentra extendida en las riveras del rio Senegal y en todos los oasis de la costa al norte de Dakar.

En el entorno de Mboro hay unas  30 plantaciones, la mayoría  pequeñas, pero algunas, la minoría por el momento,  enormemente productivas.

Atendiendo a las exportaciones de semilla de nuestra propia plantación y de otros agricultores españoles, podemos suponer que el cultivo se esta extendiendo con cierta rapidez a los países limítrofes.